La reunión con Rose

VIENE DE LA HABITACIÓN DE CASHMERE

Salgo del ascensor, ni tan solo espero que pare, y fuerzo las puertas con mis brazos, esto me extraña demasiado, al salir, no veo a nadie y las rejas estan abiertas, entro y me coloco el sinsajo y el Brazalete.

Me siento en un banco a esperar que aparezca Rose.

Cuando llego, busco con la mirada al chico rubio. Le veo sentado en uin banco. Me acerco.

-Hola Mellark-saludo seria-Quería hablar contigo-me siento a tu lado

Oigo su voz, me parece hasta sincera, me giro y le sonrío.

-Hola, tu debes ser Rose, ¿que tal? Me ha extrañado tu nota, me la ha dado el Avox al servicio del Piso uno.

La observo, es una chica preciosa, su mirada me dice que no es como... bueno... tiene que ser familia del Presidente.

-Vengo solo para advertire-frunzo los labios-He oído que ha habido fugas en la Residencia de Tributos de nuevo. ¿Es cierto eso?-alzo una ceja.

Aprovecho un descuido suyo para observarle "Es como lo recordaba" pienso. Me sonrojo levemente y carraspeo. Miro al suelo rápidamente cuando vuelve a dirigirse a mi.

Frunzo el ceño, ya se han dado cuenta de que Cashmere y yo, al volver de las entrevistas nos paramos a la zona comercial, esto me exaspera.

-Bueno, realmente, mi mujer y yo nos paramos a la zona comercial, para dar un paseo y comprarme esto.

Saco de debajo de la camiseta, un colgante en forma de corazón, es un guardapelo, lo abro y dentro hay, una perla, un trozo de carbón y una fotografía de Cashmere.

-Lo quería llevar en la arena, necesito que este siempre a mi lado, ella y mis niños. Bueno y nos enteramos que todo el mundo al menos unos tributos se saltaban los entrenamientos y subía todo el mundo al Ático, donde solo pueden estar los del doce, pero también subieron durante los entrenamientos obligatorios.

Me paso la mano por el cabello para colocarmelo en la frente, como me gusta llevarlo y le miro a los ojos.

-Me estoy volviendo loco, ojala pudiera salir a dar una vuelta.

Asiento.

-Solo te digo que tengas cuidado. Mi abuel...El presidente Snow puede castigaros duramente-suspiro.

Puedo leer en tus ojos el miedo, y a la vez las ganas de libertad. Me recojo un mechón de pelo.

-Yo... conozco un lugar donde no hay cámaras ni micrófonos... Podéis ir allí si queréis...

Le miro con ojos de rabia, a la vez con pena.

-Me imaginaba que eras su nieta, no me esperaba que vinieras a verme, perdona, me extraña que siendo su nieta seas más... Rebelde. -Te sonrío- De todas formas ¿me puede castigar más duramente, que enviandome a la Arena, sin saber si podré ver a mis dos hijos que estan por nacer en cuatro meses?

La oigo decir lo del lugar y me extraño.

-¿Que lugar es ese?

Me retiro un poco y pongo la mano en el cuchillo del cinto, por si me ataca.

-Lo siento de verdad-susurro-Si estuviera en mi mano, estos Juegos no existirían... Pero mi abuelo es poderoso.-trago saliva intentando mostrarme firme, cuando por dentro estoy asustada.-Y el lugar ese es la azotea de la Residencia... Hay un pasillo que une ambas Residencias... Allí podréis estar tranquilos.

Me levanto y te miro desconfiada.

-No le digas a nadie que te lo he dicho. Y la próxima vez tened mas cuidado.-digo frunciendo el ceño

Me doy cuenta de que no acaba de fiarse de mi, es normal, así que me levanto y le tomo su brazo con delicadeza.

-Tranquila, por muy profesional y Sinsajo que sea, no voy a hacerte nada. Puedes relajarte, ya sabras que vengo de un distrito pobre, no soy un sanguinario, así que puedes soltar ese cuchillo, yo sigo las reglas, como puedes ver voy desarmado.

Intento tranquilizarla y hablarle, es algo que me va bien, de hecho tengo una buena oratoria y se que puedo convencerla.

-No diré nada, pero por favor confía en mi, se que rompi muchas reglas cuando me fui al distrito 1, pero lo hice por amor. Dime en que lugar esta ese pasadizo. Por favor.

Me sonrojo mucho y suelto el cuchillo. Hay algo en él que me dice que puedo fiarme. Pero es un profesional, un tributo que matará en la Arena. Debo tomar precauciones con él, y estar atenta

-Está bien-digo-Te llevaré-me zafo de tu agarre-Nos vemos después en este mismo lugar para ir allí.

De repente, veo al Jefe de Seguridad patrullando "Mierda" pienso. Me despido con una breve inclinaciḉon y me marcho corriendo, procurando que no me vea.

-De acuerdo, no te preocupes aqui estaré, subire a mi piso a esperar tu llamada o tu mensaje, me lo entregara nuestro Avox.

Veo al guarda y me tapo el brazalete, me giro y me despido de ella. Puedo ganarme su confianza, lo se, pero me costará, algo me dice que no es como su abuelo.

Le muestro una sonrisa y me dirijo al ascensor, abro las puertas y subo el dándole un puñetazo al boton del uno.

SIGO EN EL PISO UNO