Bring me the Death!

El suave beso de la lluvia, ¿real o figurada por la cercanía de la muerte? parecía aun una realidad sobre mi rostro. Había sido herida de muerte, pero había estado entre los brazos de Peeta mientras fallecía, y eso me había hecho dichosa. Había sido una verdadera harpía cuando, movida por los celos de que él hubiera amado a otra, intenté matarle. Pero le había pedido perdón, y eso me aliviaba.

Ahora esperaba dejar de pensar, dejar de sufrir. Quería abrazar la muerte y descansar de mi miseria, y corrí gozosa hacia la oscuridad que me envolvió cuando mis fuerzas se agotaron. Durante unos segundos, o eso me parecieron a mi, abracé la fría oscuridad de la Parca, y fui dichosa. No sentia dolor, y mis penas ya no eran mas que un recuerdo. Pero de buenas a primeras, esa calma se deshizo en una extraña sensacion. Fue como si unas tenazas ardientes entraran en mi boca y arrancaran algo, pero estaba aun demasiado ida como para precisarlo.

Lo curioso era que poco a poco iba volviendo a ser consciente de mi cuerpo. ¿No estaba muerta? No podia ser, estaba convencida de que mi vida habia terminado. ¿Entonces? ¿Iba a tener que seguir sufriendo? No, no podria soportarlo. No tenia a nadie en mi vida, nada que me esperara en casa... A nadie le importaria que siguiera viva. ¿Por que no podia morir?

Abri los ojos. Estaba en una especie de hospital, tumbada en una cama, envuelta en un camison blanco. ¿Que hacia alli? Queria morir, y pediria que me mataran. "Dejadme morir... o matadme" pense.
Me dispuse a pronunciar esas palabras, pero entonces me percate de algo: mi lengua. No estaba.

El horror que senti fue indescriptible. ¡Un avox! ¡Me habian convertido en un avox! ¿Por que? Yo no era el Sinsajo, solo una chica torturada que queria morir.

Han pasado ya meses, bastantes meses desde el fin de los juegos, uno de los vigilantes ayudantes de Seneca, ha conseguido aislar a la chica conocida como Katniss Everdeen del Distrito 12, la cual infuenciada por los celos, intento acabar con su antiguo compañero y vecino de Distrito Peeta Mellark, ahora convertido en la esperanza de Panem, como Sinsajo.

Plutarch regresa al centro de renovacion y se acerca a la chica, la mira con desdicha y pena. En ese momento una llamada de telefono le alerta que los hermanos Mellark han llegado al Capitolio, con la intencion de sacarla de ahí y llevarla al Distrito Doce, a su hogar.

-Tienes suerte, la gente te quiere, y vas a ser recuperada. Alguien muy importante del Capitolio, ha decidido restablecerte la lengua, y aquel a quien intentaste matar ha decidido liberarte de las garras de nuestro Presidente.

Plutarch hace una señal y un grupo de Doctores se acercan y toman a la chica y la meten en una sala, donde proceden a operarla.

No. No podía ser cierto. No podían devolverme al 12, yo no quería vivir, ¡no tenía nada que me hiciera desear la vida! Quizás en otros tiempos me hubiera alegrado que mi destino de ser una esclava hubiera terminado, pero ahora ya no. Peeta tendría a sus hijos y a su mujer. Su gemelo, igual. Y yo... ¿qué tenía yo? Una vida hecha pedazos donde a nadie le importaba mi destino. Me devolverian al 12 como "obra de caridad" pero para mi eso era una tortura. Si querian ayudarme, matarme seria lo mejor.

Pero viendo que iban a recuperarme, supuse que no iba a contar con su piedad. No me iban a matar, como yo deseaba. La idea de volver al 12 y tener que rumiar sola todo lo ocurrido era lo suficientemente espantosa como para llenarme los ojos de lagrimas. No podia consentir que en su intento de "ayudarme" me convirtieran en una infeliz. Morir. Tenia que morir, y si no me dejaban... me suicidaria.

Negue con la cabeza, intentando que no me llevaran al quirofano.
-Quiero morir-intente decir, pero las palabras sonaron guturales, casi incomprensibles. Pero estaba segura de que me habian entendido. ¿Y si no habia sido asi? Me mataria, ¿pero como?

Sin pensarlo dos veces, engarfie mis dedos en torno a mi garganta y aprete, asfixiandome. Era una sensacion rara luchar contra mi instinto de supervivencia, pero me mantuve firme, apretando, ahogandome. Queria volver a la oscuridad.

Los médicos se dan cuenta de lo que pretende la chica, la atan a la camilla mientras la operan de la lengua. Plutarch entra en la sala al oir gritos de los médicos.

-Pero que te crees que estas haciendo! -Grita a la chica, mientras la sujeta para que los medicos acaben de atarla- Eres demasiado importante para el plan y para los rebeldes como para dejarte llevar por tu odio, quizás no seas el símbolo de la Rebelión, pero si... Los nuevos Sinsajos han decidido que debes volver es por que saben que eres de mucha utilidad.

Sigue sujetándola con fuerza mientras comienzan la operación.

-Ahí tienes a tu hermana, al Tributo del 12, Gale Hawthorne, a tu madre, lo sabemos todo sobre ti, y sabemos que puedes empezar una nueva vida.

La chica lo mira con estupor.

-Si... tu compañero del doce fue uno de los rescatados, en el 12 hay un plan, te necesitan por eso los Sinsajos han decidido recuperarte.

A veces podia llegar a odiar a la raza humana, y esta era una de esas ocasiones. No queria recuperar mi lengua, no queria volver a casa. No queria nada, porque mi unico anhelo volvia a prohibirseme. ¿Pensaban rehabilitarme? Pues iba a luchar para que no pasara tal cosa. Habia tomado mi decision, y no iba a echarme atras. Lucharia contra los medicos, y me mataria en cuanto fuera posible. ¿Prim? Ya me creia muerta, no le iba a doler que muriera de veras. ¿Haymitch? A el nunca le importe. ¿Gale? Gale no me hablaba desde hacia siglos.
-Mi madre me cree muerta-dije como pude, apartando a los medicos, revolviendome con saña-Y a Gale y a Haymitch no les importo. ¿Por que quereis hacerme seguir sufriendo?

Las lagrima brotaron, y para mi rabia, me eche a llorar. No queria vivir sin un motivo en mi vida, viendo como otros eran felices y yo era condenada a vivir sola. No. No pensaba vivir a sabiendas que debia mi vida a alguien que no me amaba... ni vivir dia a dia sabiendo que el cariño que yo anhelaba jamas me seria devuelto.
-Si hay Dios, que me haga morir ahora-masculle a duras penas-No quiero sufrir mas.

Plutarch devuelve la mirada a la chica, y la mira con desdén.

-Si no le importaras no hubiera hablado con Peeta desde el Distrito 12, ninguno de los dos, con El Sinsajo para recuperarte, ¿te crees que no ibas a ser rescatada junto a ellos antes de que amenazaras de muerte a ese chicho?

Plutarch saca su Reloj del bolsillo, y se lo muestra a la chica.

-¿Como crees que el Sinsajo supo como iba la arena? Si niña, fui yo quien le informé -susurra- Deja de compadecerte, por que ninguno de ellos te odia.

El Vigilante saca una nota de su bolsillo firmada por Peeta. Y la muestra a la niña.



-En serio crees que este chico haria todo esto para verte sufrir más? Despierta Everdeen en el 12 te necesitan!

Odio. Rabia. Dolor. Soledad. Todo eso rondaba en mi interior mientras que escuchaba como Plutarch me recriminaba. ¿Que el 12 me necesitaba? Bah, podrian tener a otra chica no tan hecha pedazos. Yo ya no tenia salvacion. El 12 necesitaba a alguien que tuviera fuerzas y ganas de vivir, pero yo no sentia nada de eso. No era autocompasion, era mi propia penitencia por mis actos.

No deberia haber huido cuando Peeta me dijo que me amaba. Leer aquella carta fue la puntilla que me hizo ser consciente de la poca esperanza que quedaba en mi vida. Estaba en deuda con el Chico del Pan, el chico que me quiso en el pasado pero para el que ahora poco era ya. No podia ser feliz sabiendo que le amaba, era consciente.
-Para mi no hay ya opciones de ser feliz-murmure-Nadie me espera en el 12. Mientes para que acepte, pero buscaos a otro. Yo no puedo seguir asi.No podeis mandarme de vuelta y dejarme vivir sola. ¿Por que dice Peeta que puedo encontrar a alguien en casa que me haga feliz? Sabe que el era el unico que podia hacerlo, y ya no esta.

Plutarch suelta una mirada burlona a la chica y se mete la mano en el bolsillo con la nota.

-Te lo repito, le hiciste una promesa a tu hermana y al resto del doce, que volverías con vida para poder estar con ella ¿no? Te estamos dando esta oportunidad, para volver y ¿la vas a desaprovechar?

Plutarch se acerca a la puerta y se vuelve de nuevo despectivamente.

-Si supieras lo que ha costado que Snow no se entere de los planes del Distrito 12,... que te crees que solo es unos juegos y una rebelion? aqui nos jugamos más que eso, tu no te juegas solo una vida sola, aqui nos jugamos la libertad, y ... eso es lo que El Sinsajo te esta dando, libertad para que al menos puedas o podais recuperar esa amistad que teniais en el tren y durante esas tardes en el bosque que pasasteis.  Si,... Everdeen lo se todo.

Los planes de la Rebelion ya poco me importaban. Si estaba muerta, ¿que me iba a interesar? Si, muerta. Puede que no por fuera, pero por dentro ya lo estaba cuando escuche las palabras. No queria la amistad de Peeta porque seria doloroso. Lo que ansiaba de el no me pertenecia, y eso lo ponia todo peor. Yo queria el cariño de alguien, pero nadie queria darmelo. Y por eso ahora... estaba asi. Muerta en vida. Como un zombie que se arrastrara.

El aturdimiento se extendio. No sentia nada, lo cual fue un alivio. Mire a Plutarch con una mirada ausente, vacia... hueca. Una mirada que reflejaba el vacio que sentia dentro.
-No quiero una amistad-mi voz sono desganada-Lo que quiero no puede darmelo ya nadie. Yo solita me lo busque; y ahora pago por lo que hice.

Clave mis ojos en el techo. Si seguiria viva, seria asi. Siendo una maquina insensible que se arrastra por el mundo.

Los medicos acaban la operacion, y la sacan a habitacion, Plutarch sigue a su lado mientras continua pensando.

-En el doce hay alguien a quien le importas, ese alguien es tu hermana, Primrose creo recordar que se llama. Le importas a tu madre, -Le coje de la mano- Hay gente a la que le importas en el doce. Saben que estás viva y esperan volver a verte a su lado, ¿es que vas a negarles ese deseo? No lo hagas, no les niegues ese deseo, no se lo niegues a tu hermana.

Era agradable no sentir. La catatonia me apartaba del dolor, y era un cambio que deseaba. Sentia como si un resorte se hubiera activado y ya nada importara. No me importo sentir mi lengua en la boca de nuevo. No me importo el hecho de que dejaba la esclavitud. Tampoco que me consolaran con palabras vacias. Algo se habia roto dentro de mi.

Mantuve el gesto inexpresivo, asintiendo a las palabras de Plutarch. Prim... volveria "viva" al 12 por ella, para evitar que siguiera sufriendo. Pero eso ya tampoco me ayudaba. Me abnegaria por mi hermana, pero no podia hacer mas... como le paso a mi madre cuando murio mi padre. Ahora entendia su indiferencia. Lo que se habia roto en mi se rompio en ella.

-Lo hare por Prim -repuse sin ganas-Pero no me pidais que sea feliz. No puedo. Ya no. Solo hago esto por mi hermana.

-De acuerdo, eso queria oir ahora mismo desde el principio.

Plutarch saca de su bolsillo la documentación de ciudadano del Distrito 12, de Katniss Everdeen, que llevaba en su bolsillo y le saca ropa para llevarla al aerodeslizador.

-Muy bien, eres libre como ciudadano del distrito 12, y como ves ya puedes hablar.

OUT ROLL:

KATNISS EVERDEEN RECUPERA SU ESTATUS DE CIUDADANO DEL DISTRITO 12, LIBERADA DE SU STATUS DE AVOX PODRÁ ROLEAR CON DIALOGOS Y DEMÁS.

RECORDAD QUE EL PRESIDENTE NO SE HA ENTERADO Y ESTO NO SE PODRIA HACER SIN UNA ORDEN DEL PRESIDENTE, PERO AL SER UNA REBELDE NO SE PODRAN TOMAR ACCIONES CONTRA ELLA, YA QUE ES UNA PETICION DEL SINSAJO.