Una charla con Zach

Llega el momento, casi el día y la hora de que nazca la princesa de la casa, y decido hablar con nuestro primogénito, así que salgo de la habitación y me los encuentro a los dos gemelos jugando en el cuarto de juegos, mientras me acerco lo hago arrastrándome por el suelo, como si fuera una serpiente y les asusto, se ponen a reir. 

Veo que Elli sigue jugando, mientras Zach se acerca a mi y me abraza. 

-Hola azucarillo, papi tiene que hablar un momento contigo. Te quiero peque.

Veo llegar a papi al cuarto y voy a saludarlo. Me encanta cuando juega con nosotros, pero hoy tiene cara seria. ¿Qué le pasará? Espero que no sea culpa mía o de Elli. A lo mejor no ha dormido bien. Decido acercarme para averiguarlo.

-Papi ¿é te pasa?-digo cuando le tengo al lado, para luego abrazarle. Esperaba que se le pasara con mi abrazo. Quizás fuera por mami. Estaba muy nerviosa últimamente y creo que habían dicho algo mientras se tocaba la tripa. A lo mejor estaba enferma.

Cojo a Zach con mis brazos, mientras le apoyo en mi regazo, y te miro a los ojos, intento sonreír un poco.

-Azucarillo, -Le abrazo- tengo que decirte algo y es algo importante, pero antes quiero hacerte una pregunta. 

Le veo en los ojos su extrañeza, pero sigo adelante. 

-Que te parecería que tuvierais una hermanita? -Sonrio-

Me siento en sus piernas cuando me coge. Parece importante, porque nunca le había visto una sonrisa tan pobre de sentimiento. No entiendo porqué está así, pero tiene mi total atención.
¿Una hermana? No tenía bastante ya con Elli, ¿no? ¿Y para que quería una niña? Había visto a otras niñas cuando habíamos salido a pasear y eran todas igual de chillonas. Seguro que no me dejaba dormir la siesta. ¡Y querría jugar con papá! Y eso si que no lo permitiría.
Negué con la cabeza. Definitivamente no quería a una hermanita correteando por aquí.

Cuando le veo negar con la cabeza entiendo que esto será más difícil de lo esperado. 

-A ver Azucarillo, siempre voy a jugar contigo, además, serás su hermanito mayor, vamos peque, se que te hace ilusión. 

Me lo acerco al pecho y le doy un beso en la frente, mientras le alboroto un poco el pelo. 

-Escúchame, no te molestará por que estará más tiempo con mami que con papi, papi siempre será tuyo, ¿vale?

¿Por que será que me afecta tanto esta negativa si ya veía que tendría celos?  pero no es por ser el pequeño, siempre será el mayor. 

-Azucarillo, vamos, serás su hermano mayor y te prometo que no te molestará. -Sonrío con más sentimiento y le doy un beso en la frente-

¿Cómo que iba a poder jugar con él? Es que no se trataba solo de poder jugar con papi. Se trataba de pasar las 24 horas del día con él. Negué con la cabeza de nuevo. Le quería para mi y ningún bebé me lo quitaría.
Sin embargo eso de ser hermano mayor me gustó. Ya lo era con Elli, pero resultaría interesante poder cuidar de una chica. Había visto varias veces a niños como yo que incluso las hacían llorar, pero eso jamás pasaría conmigo. Yo sería el hermano mayor perfecto.

Me achuché a papi cuando me abrazó y me quité el chupete un momento.
-Api, etá mien. Seé é emano mayó.-respondí todo lo serio que pude, aunque no pude evitar una sonrisa cuando acabé la frase. Sería el mejor hermano mayor del mundo.

-Aissss es que me tengo que comer a mi azucarillo a besos. Se que serás el mejor hermano mayor del mundo, lo sé, y verás como te gustará cuidar de una hermanita.

Sonrio cuando se quita el chupete y le miro a los ojos, esa gran sonrisa me saca una igual o más grande y le voy besuqueando toda la carita. 

-¿Azucarillo quieres que juguemos un ratito? -Sonrío y le miro a la cara, a sus ojos azules- Escuchame, nadie va a quitarme de tus manos y de tus brazos, por que para mi siempre serás mi Azucarillo, mi primogénito. 

Le veo el chupete y le doy un toque en la naricita. 

-¿Me das el chupete? Si serás el hermano mayor, ya no lo vas a necesitar -rio-

Me abrazo a papi cuando le oigo hablar. Le sonrío mucho, pero cuando nombra mi chupete niego con la cabeza.

-Papi, nu. É mi tete. No quero dejállo. -me lo meto de nuevo en la boca y lo chupo con intensidad. Nadie me lo quitaría jamás.

Le miré entonces y señalé a la puerta, en dirección a su cuarto.
-¿Ami? ¿One tá mami?-lloriqueé. Hacía unos dias que no la veía y la echaba de menos. Sabía que debía andar por su cuarto, pero esperaba que estuviera bien. La había visto cansada y, a veces se quejaba de la espalda.

-¿Mi nita la hache pupa?-pregunté esperando que la respuesta fuera negativa.

-Vaale está bien, voy a dejarte el chupete, pero vas a tener que dejarlo un día u otro, y ese día ¿me lo darás a mí? -Sonrío y le acaricio la carita mientras le veo sonreír con el chupete en la boca- 

Mire hacia donde miraba el, el dormitorio. 

-Mama está en la cama, esta cansadita, por que queda poco para que la hermanita nazca, pero tranquilo está bien ¿vale? 

Cuando me preguntó por Cash no dudé en decirle la verdad, tampoco era mala idea aunque se la maquillé.

-No no le hace daño, solo le da alguna patadita, y nada más, si se queja un poco es por que esta cansada. 

Sonreí a Zach, y le limpié las lágrimas, lo entendía, nos pasábamos mucho tiempo juntos y casi no veía.... mejor dicho... veíamos a Cashmere. Pero debía entenderlo.

¿Dárselo a él? No dejaría mi chupete jamás.
-Papi, nu te lo aré, poque es mio. Ademá tu no puede uchallo...-nunca había visto a papá pcon chupete. ¿Usaba?-Papi, ¿tu tene tete?

Sabía que mami estaba su cuarto, pero la echaba de menos.
-Ale...¿poemo vella? Quero dechila una cosa. ¿Miene comigo?-me levanté y fui hacia el cuarto de papi y mami.

Me llevé el dedo índice a los labios, como gesto de que fuera en silencio para no molestar a mami, cuando le vi seguirme. No quería que mami se enfadara pos hacer ruido.

-Mia papi, é mami.-la señalé mientras hablaba en susurro. Estaba muy guapa.

-Tuve cuando era pequeño, -río al escucharle- mientras nos acercamos al cuarto y cuando vamos hacia ella, le oigo hablar- Si claro que podemos verla, pero no hagas ruido por que esta descansando- Claro que vengo contigo, quiero verla yo tambien. 

Nos acercamos a la habitación veo como me la señala y cuando estamos cerca de la cama decidio tomarle en brazos para que pueda verla bien. 

-Si Azucarillo, es mami. 

La observamos descansar, mientras nos sonreíamos los dos, comencé a besuquear la cara de Zach, cuando luego le deje acariciar la cara a Mama, posteriormente le susurro algo a su oído y salimos del cuarto de nuevo. 


FLASHBACK CERRADO, AL DÍA SIGUIENTE SERÍA EL NACIMIENTO DE LA PRINCESA MELLARK