Es el momento, debe saberlo.

Después de un rato con Peeta despiertos en la cama empezamos a hablar sobre todo lo sucedido. Sobre su pierna, sobre los juegos.. Sobre todo. Estuvimos mirando la pierna y recordando como sucedió y como le cuesta aún estar con la ortopédica. Continuamos hablando cuando escucho ruiditos en la puerta, miro a Peeta con una mezcla de asombro y miedo y suspiro, me acerco a la puerta y veo a Zach que intenta disimular no estar ahí, miro a Peeta desde la puerta y cojo la mano de Zach

-cariño -le sonrio y le beso-. Que haces aquí ya despierto? -rio un poco pero veo que el no-. Zach.. Lo has escuchado? -me asiente y se nota que no sabe que decir-. Haber ven tesoro.. -le cojo en brazos y le siento con nosotros en la cama, veo a Peeta mirarme sin saber que hacer y me encojo de hombros-.

-Debemos explicárselo.. -murmuro y veo que me asiente-.

Cojo a Zach un momento, el apoyo en mi pierna ortopédica y le abrazo. 

-¿Azucarillo que has escuchado?

Me basta verle la cara para saber que lo ha escuchado todo, y cuando digo todo es todo. no se ni por donde empezar, esto lo habiamos imaginado, pero nunca habiamos pensado que nos encontraría hablando de esas cosas, pero todavia en mi mente está demasiado fresco y a veces se me llena de malos recuerdos, mientras busco la manera de decir las cosas comienzo a pensar. 

-Se que hay que decirselo pero... ¿como? -Susurro a Cashmere mientras acuno a Zach-

Me había levantado temprano y quería darles una sorpresa a papi y mami; de modo que me dirigí a su cuarto. Pero antes de abrir les escuché hablar sobre unos Juegos. ¿Íbamos a jugar luego?
Me quedé escuchando por si era una sorpresa pero lo que escuché no me gustó ni un pelo. Había mucho miedo en sus palabras. Pero sobre todo me impactó el hecho de que papá había estado allí y había tenido que luchar. ¿Por qué? Si papi era bueno, yo sabía que lo era.
Me asomé un poco más con cuidado y escuché que hablaban de su pierna. Nunca había visto nada raro en su pierna, ¿por qué decían que si su pierna tal su pierna cual? Pero fue aún peor cuando se musieron a hablar de muertes... Sin querer dejé escapar un gritito, lo que me valió que me vieran o más bien, que se fijaran en mi.
Intenté disimular que estaba de paso, pero me pillaron y me hicieron pasar. No estaba muy seguro de querer seguir escuchando.

-Llevo un rato ahí fuera-dije mirando hacia abajo.-¿Papi, que te pasa en la pierna? ¿Y qué son todas esas cosas que estáis diciendo de muertes y Juegos? No se puede jugar a matar, eso está mal.

Le puse la mano en la barbilla sintiéndome culpable por todo esto, pero tenían que saberlo, a los doce años entrarían por primera vez en las urnas y deben saber la verdad. 

Miré a los ojos a mi hijo, le abracé con todas mis fuerzas y le bese en la frente mientras le mecía en mis brazos. No pude evitar llorar mientras pensaba como decirle las cosas, era mayor, bastante pero debía pensar en como decírselo. 

-Azucarillo, -suspiro- papi ha tenido que hacer cosas malas, para poder estar con vosotros, a papi le obligaron, a ir a .... -suspiro- unos juegos, y tuvo que hacer daño a gente... 

Intento mirarle a los ojos, pero me es imposible, no puedo olvidar las muertes que causé, desde ese día he empezado a pintar, pero cuando lo hago son recuerdos de los Juegos, miro a cashmere y noto como mi pierna izquierda se me ha descolocado, no me queda más opción, levanto la pernera y dejo la pierna ortopédica a la vista, la tomo con las manos y hago un movimiento, la pierna se coloca con unos simples crujiditos, no puedo evitar mirar la cara de espanto de Zach. 

-Azucarillo, tu papa perdió esta pierna en los juegos, lo siento, debimos contártelo antes, yo... yo.... Fuí por vosotros a mi... me obligaron a hacer daño a la gente.  Pero quiero que sepas, que no lo hice por que yo quisiera, está mal matar.

Escucho a Peeta contarle todo a Zach. Le acaricio la mano mientras se lo va contando y miro su reacción ante la pierna.

-Tesoro, papi fue ahí.. porque le obligaban de alguna manera a ir. No quería ir... Claro que matar esta mal y no se debe hacer porque está muy feo pero... no le quedaba otro remedio -le acaricio un poco el pelo y veo su carita de confusión-.

Me da pena hablar de esto con Zach. Se que en algún momento debía enterarse pero no quería que fuese tan pronto... Es mayor si... pero no me gusta tener que contarle estas cosas. Miro a Peeta con pena. Ya ha empezado... a si que hay que contarlo.

¿Qué papá había tenido que hacer daño a quien? Dios... aquello no podía ser verdad... Y claro que matar estaba mal, pero me parecía demasiado aborrecible.
-¿Quien te obligó a hacerlo, papá? Nadie te puede obligar a matar.-agaché la cabeza y cerré los ojos.

Dos segundos después oí un chasquido. ¿Qué había sido eso? Levanté la mirada de pronto y vi la pierna de papi, pero no... Esa no era su pierna.
-¡Papá! ¿Qué...qué es eso?-ahora entendía lo que estaban diciendo antes de que entrara. Le miré con una cara entre la confusión y el rechazo. No me lo podía creer.

Bajé la cabeza inconscientemente, hablar de esto era lo peor que me podía pasar y no pude evitar llorar. 

-Un señor... el Presidente... nos obligó a ir a unos juegos... donde para ganar has de hacer daño y matar a la gente, por que solo uno puede salir de esos Juegos. -Mire a Zach con pena, vergüenza- Zach, tuve que hacer daño a  una amiga mia y ella a mi... ella me hizo daño en la pierna, la perdí por que tuvo una enfermedad en la sangre y me la tuvieron que quitar. 

Abracé con fuerza a Zach mientras seguía llorando, no sabia como se lo tomaría, ni sabía si sería demasiado duro para el.

Suspiro al ver la mirada de Zach y le cojo la cara por la barbilla

-tesoro.. Papa no esta orgulloso de lo que hizo... No le mires así... Por favor -miro a Peeta y le cojo la mano, luego miro a Zach y tuerzo la boca-. Amor, no le quedaba otra opción... Te obligan y... No te queda otra -acaricio la mano de Peeta y le miro mientras habla, suelto su mano para que abrace a Zach y les dejo un poco de espacio-.

No soporto ver a Zach así... Ni a Peeta sintiéndose tan mal. Espero que lo entienda pronto.