Mi vida... en la aldea de los Vencedores

Me despierto otro día, con la camiseta sucia y el cuchillo en la mano, de nuevo más borracho que una cuba, vivo en la Aldea de los Vencedores, en esta pequeña aldea hay doce casas, todas son iguales, pero soy el único que vive en ellas, el Capitolio me ha torturado una y otra vez. Veo morir cada año a mis tributos, a mis "protegidos" desde el segundo vasallaje de los veinticinco donde me proclamé campeón. Me levanto como puedo de la cama dando tumbos, y me agarro a la cómoda, salgo como puedo de la habitación y me acerco a la cocina, me caigo al suelo y lo hago encima de un charco de vómito, no se como lo hago, pero me levanto como puedo, me apoyo en la mesa y busco a tientas la botella de licor blanco que dejé encima de ella, aparto la silla y me siento en la mesa, abro la botella y pienso en todo lo que ha pasado.

Me quedan pocas reservas, quiera o no tendré que ir al Quemador un día de estos, a por más licor al puesto de Ripper, pero... ya lo haré más adelante. Ya queda menos tiempo para las nuevas cosechas del Capitolio, queda menos para ver morir a dos nuevos tributos a mi cargo en los Juegos del Hambre, y debo estar... preparado para esto... así que mañana saldre e ire a comparme más licor.

Un estruendo me despierta del trance en el que estoy.

-¡Que diablos!

Oigo un ruido muy familiar que rsuena por todo el cielo del Distrito, me levanto como puedo de la cama, tambaleándome y me acrco con la camiste que llevaba días atras y con un olor asqueroso en mi cuerpo y mi ropa, me asomo a la ventana de la "cocina" si se le puede llamar así y, lo veo, un aerodeslizador con el símbolo del Capitolio en una de las alas, entonces se que ha llegado el día, las Cosechas están aqui, y ese debe ser el transporte de... Effie Tinkett, de nuevo aqui para llevarse a los tributos. No iria, pero aunque sea una maldición se que debo ir, ir a conocer a mis nuevos tirbutos, ir a conocer a quienes van a morir, de nuevo como cada año en la arena. Me siento en la mesa y me sirvo el último trago de alcohol blanco de la botella, es poco, así que comienzo a sentir los signos de necesidad de más alcohol.

-Debo ir... al Quemador. -Pienso-