Casa familia Everdeen

Estoy en casa después del colegio, frente al calor del hogar. Tenemos todo apagado y el resplandor de las llamas se refleja en mi cara. Se está agusto y cálido en nuestra pequeña casa, además no tengo hambre gracias a los panecillos que el hijo del panadero nos ha regalado. Se llama Peeta, y la verdad es que lo encuentro un chico estupendo, además de muy guapo. Me gusta su mirada, refleja humildad, pero sobretodo mucha bondad, no sé porque Katniss le pone esas caras tan feas, porque aunque no lo hayamos comentado, yo me he dado cuenta. Si existe un Dios, que él se lo pague por su buena voluntad.

Estando en el suelo tranquila, me siento un poco aburrida, por lo que decidó buscar a mi querido gatito. Lo encontré por ahí, estaba asustado y perdido, era un gato callejero, pero me maulló con una carita, que algo me impedía dejarlo en la calle, sentí la necedidad de sanarlo, limpiarlo y darle cariño, todo aquel que sentia que no habia tenido en su gatuna vida.

-¡Buttercup! ¡Buttercup!.. ¿Dónde se habrá escondido?... ¿Mamá has visto a Buttercup?

La miro, pero no obtengo respuesta, como a menudo, se haya sentada mirando al horizonte. Desde que nos dejó papá no es la misma, ha perdido su alegría y hasta la noción del tiempo.

No han pasado ni diez minutos desde que salí de la panadería, cuando me encuentro ante la puerta de la casa de la Familia Everdeen, de nuevo como ayer, cargado con dos panes y unos bollos de queso y especias, aún calientes resguardados bajo mi delantal y dentro del papel, he conseguido que no se mojen a pesar de la lluvia que esta cayendo, me miro los zapatos... embarrados... ahora entiendo por que Katniss se pone esas botas subidas de cuero para ir a cazar, tengo los pies en remojo y los zapatos llenitos de barro, frunzo el ceño.....

-¿Y ahora como entro yo en esta casa con los zapatos tan sucios?

Justo cuando subo los dos escalones de la casa, me sobresalto... ahí lo veo... ese debe ser Buttercup, por lo que sé es el gato de Prim, se me acerca y me toca con el morro la pierna izquierda y yo me agacho, no entiendo como pudo sobrevivir el minino este, pero se deja acariciar y le tomo por debajo de su cuerpo. Toco tres veces la puerta con el pie izquierdo, tras varios minutos se abre la puerta y aparece Prim, le arqueo las cejas y le sonrío.

-Hola Prim, me recuerdas soy Peeta. ¿No será Buttercup, este minino no? -Le digo-

-No te preocupes Prim, ya le dije a tu hermana que seguiría trayendo, además ¿te prometí que te traería algo más esta mañana no? -Respondo-

El pobre gato se mete directamente dentro de la casa, normal esta asustado. Le guiño un ojo a Prim y me pongo de nuevo en cuclillas como el otro día en la escuela.

-Mira Prim, no nos conocemos como para que os haya cogido el cariño que os he cogido, pero realmente este me sabe mal que lo paséis tan mal en esta casa, a mi me gustaría ayudaros un poco más, poder hacer algo más, pero eso ahora mismo esta en manos de tu hermana. -Respondo-

En ese momento noto como me sonrojo, la mente ha empezado a ir hacia KAtniss y solo de pensar en ella me pongo de los nervios, así que cuando quiero darme cuenta ya tengo la cabeza agachada.

-No puedo decirte más motivos por ahora Prim pero más adelante entenderás por que lo hago, y espero que tu hermana también lo entienda. Por cierto de nada por las galletas, además ¿reconociste el dibujo?

Primrose me mira con ojos de extrañeza se que no los reconoce, quizás no las había visto desde hace mucho. En ese momento sale la Sra. Everdeen, es la segunda vez que la veo atenta en dos días, pero no entiendo el por que.... Normalmente esta absorta en sus recuerdos y no comprendo por que está tan despierta cuando me ve aparecer en la casa.

-Mira Prim, esas flores son Prímulas y se que tu nombre viene de ellas, por eso las glasee, para ti.

Le entrego el paquete a Prim de los panes y los panes grandes a la Sra. Everdeen.

-Los panecillos son de queso y especias, espero que os gusten.

ME quedo mirando por un tiempo a la pequeña y le acaricio el pelo.

Mi madre agradeció mucho el gesto del joven Peeta, y yo me quedé asombrada por el glaseado de las galletas, pensé que se trataba de algún adorno sin más. Sin duda alguna este chico estaba demasiado atento de nosotras, no sabía como podría agradecerle, hasta que se me ocurrió algo.

-Quizás te parezca una tontería, pero... si tienes perro, o los cerdos que sé que tienes en casa, y se ponen enfermos, podría ayudarte a sanarlos. Mi madre entiende mucho de esas cosas, y me está enseñando, soy digamos, como una especie de enfermera, así te podriamos dar algo, a cambio de otro algo, ¿Te parece?

Peeta sonrie, no se si me toma en serio o no, pero me gusta su sonrisa, me da confianza.

-Me parece buen trato. Ahora he de irme, tengo que seguir ayudando a la familia.

- De acuerdo, muchas gracias, aunque me gustaría pedirte un favor. Nunca he visto una prímula, si encuentras alguna por la veta, o por algun lado, ¿Me la podrías enseñar? Si es tan bella como la de tus galletas, tiene que ser hermosa.

-Claro que si pequeña, y seguro que a la Sra Everdeen le encantaría que vieses el orígen de tu nombre.- me dijo mientras me daba una palmadita suave en la cabeza.

Mientras se marchaba de casa, después de recibir miles de agradecimientos por parte de ambas, grité su nombre, él se giró.

-Como has visto, mi hermana ha salido, ¿Quieres que le diga que has estado en casa?

-Por supuesto te la enseñare. -Respondo, guiñando un ojo-

Mientras comienzo a caminar oigo que nombra a su hermana, y entonces me paro y me giro.

-Mejor que no le digas nada de los panecillos, lo de los panes díselo pero los panecillos que sea una sorpresa, creo que no se pondrá muy contenta. -Y río con una sonora carcajada-

Se que veré a KAtniss esta mañana cargada de ardillas, y a Gale... Gale el que siempre caza con ella y parece que ha accedido a ser amigo mio.

-Bueno me tengo que ir Prim, tengo que hacer los repartos, pero mañana volveré, ¿vigila a Buttercup vale? -Agito la mano para decirle adiós-

-Hasta mañana Sra. Everdeen.

Y camino rápido hasta casa, si llego después de mi madre la volveré a tener, seguro.

Aligero el paso, al calor del hogar, no es un hogar de cuentos, pero por lo menos en mí hogar, y es mejor que el que tiene Peeta, con esa madre de por medio.
LA tarde empieza a caer, el fin del día pronto nos abrazara,el frío entra por mi estropeada vestimenta, poca gente transita por las calles. Huele a leña quemada.

-Katniss- mi pequeña sale corriendo hacia mi, me estruja contra su débil cuerpo, la luz de mis ojos, mi aliento, razón de mi existir. Como negar le algo.
No quiero ni tratar el tema Teselas, me siento mal por chillar le, pero nunca jamás lo permitiré.
La cena es agradable, aunque me cueste reconocer, tener pan del día para acompañar la insulsa comida,no es ta mal.
Y de postre ver como Prim devora las galletitas, es un placer, otra detalle para tener en cuenta con Peeta.


Los niños son niños y aunque no se acuerde que le he chillado,me acurruco a su lado, en la cama, inspiro profundamente su aroma, le paso mí brazo por encima su costado y en una décima de segundo tengo al puñetero gato ojos calabacín podrido, estirazando la colcha,creando se un nido, en nuestra cama...........
Me dan ganas de una patada estampar lo contra la pared....... Me abstengo por no producir dolor a Prim.

Entra una leve luz del nuevo día,un nuevo día lluvioso que me despierta, me levanto poco a poco, despacio, no quiero despertar es demasiado temprano...
La admiro mientras me visto, es preciosa, semblante dulce y radiante. Es mi trocito de vida, por ella lo doy todo... hasta mí vida.


Llevo las botas de caza, ya están desgastadas,pero no hay otras. Pantalones y camisa de ayer.... ME trenzo el pelo como de costumbre, no recuerdo cuando fue la ultima vez que ondulaba en el viento.....
En mesa, en un cuenco esta el regalo de mi Patito,me lo deja casi todas las mañanas. Todavía recuerdo esa cara cuando Gale y Yo triamos a Lady....Huele tan bien el queso...Lo introduzco en la roñosa bosla, que más tarde llenare con los productos de la caza.
Camino hacia la Alambrada,pasos dirigentes y zancadas grandes por que no quiero calarme mucho con el agua fría de la lluvia. Ademas tengo ganas de estar con Gale y contar lo ocurrido ayer en la casa del panadero.

VIENE DE: LA VIDA EN LA ZONA COMERCIAL

Me quedo pensativo ante la casa de los Everdeen, no se como voy a hablar si sale Katniss, espero que al menos salga la pequeña Primrose, me cae bien y le caigo bien a ella, se que es buena sanadora y por eso su gato... Buttercup, está ahora vivo. En ese momento lo veo...

-¿una Prímula, aquí?

Me agacho y la recojo, increíble parece que se me pone de cara la suerte, ahora tengo una excusa más para poder tocar a esa puerta y estar más tranquilo, le prometí a la pequeña Prim que un día le traería una Prímula para mostrarle de donde viene su nombre, y mira que suerte que cerca de las cosechas aparezca esta flor. Me pongo de nuevo en marcha, llego a la casa y toco la puerta a la espera de que me abra alguien. Tengo una sonrisa que pocas veces había visto, todo gracias, a esta prímula.

Aquí sigo... pasan los minutos y nadie me abre la puerta de la casa, cuando estoy a punto de irme oigo pasos en el interior y vuelvo a golpear la puerta. Por fin oigo un ruido de picaportes en el interior de la casa y un fuerte portazo en el interior....

-Me temo que ella está aqui, y me parece que no de muy buen humor. -Pienso-

Pero me llevo una sorpresa, me abre la pequeña Prim, no tengo tiempo de guardar la Prímula y sus ojos se le abren como platos al verla.

-Hola Prim, ¿estas sola? -Pregunto y me vuelvo a agachar hasta ponerme a su altura-

-No está mamá dentro y....-No acaba la frase-

-Se que tu hermana está. -susurro- Mira que he encontrado Prim.

Le muestro la Prímula y ella está asombrada, normal nunca la ha visto.



-¿Qué es Peeta? Es hermosa.

-Esto es una Prímula, de ahí viene tu nombre, de esta flor. Es tan hermosa como lo eres tu, pequeña.

Ella se sonroja y coge la flor.

-¡Mamá, mamá, mira!

LA Sra. Everdeen sale y la veo más recuperada, parece que comienza a salir de ese limbo en el que se encuentra desde hace años.

-Hola... ¿Peeta? -Me dice-

-Si, Sra. Everdeen ese es mi nombre, ¿como se encuentra hoy?

-Parece que mejor, gracias.

En ese momento Prim le muestra a su madre la Prímula, a ella le cambia la cara, sus ojos se iluminan y abraza a su pequeña.

-La encontré aquí al lado y como le había prometido a Prim enseñarle un día su origen del nombre que lleva, pensé que...

-Gracias Peeta, pero creo que no has venido solo por eso, ¿verdad? -Responde la Sra. Everdeen-

Como siempre tanto ella como Katniss directa y al grano.

-No. -Respondo- He traído estos..... -No acabo la frase, veo pasar por detrás la imagen de Katniss y veo como me observa, su mirada arrogante y enfadada.-

-Hola Katniss. -Digo-

-¡Entrad en casa! -Grita Katniss-

Me asusto, se que no está de buen humor pero tampoco creo que se merezcan un grito como ese de parte de ella.

Mientras espero a que Katniss me mire a la cara, un ruido me llama la atencion, desde la Veta veo como el Capitolio no pierde el tiempo y está poniendo los simbolos del Capitolio para mañana, se me habia olvidado que quedaba un día para las cosechas.

-Katniss, tranquila, le digo, solo te traigo lo que te guardaba mi padre para el cambio con las ardillas y hemos pensado que con el tiempo que habia hecho no podiais haber cazado nada.

Ella los toma y me mira con mala cara, pero me entiende al fin y al cabo.

-¡Hola Chicos! -Oigo detras de mi-

-¡Oh! Hola Madge. -Respondo-

Me giro hacia Katniss un segundo y su mirada vuelve a ser esa mirada dura, arrogante, desesperante, lanza los panes hacia su hermana quien los toma y se vuelve a girar hacia mi, desviando un poco la mirada hacia Madge y me responde, furiosa.

-¡Os dije que nada de caridad! ¡¿Cuantas veces tengo que decirlo Chico del Pan?! No necesitamos vuestra maldita caridad, puedo arreglármelas sola.

-Pero, Katniss.... no es lo que...

-¡Sin peros! -Responde, y frunce el ceño, girándose hacia Madge-

Encojo los hombros y me giro hacia Madge.

-¿Como prepararais las cosechas? -Pregunta-

Encorvo los hombros y la miro a los ojos.

-Que quieres que te diga, llevo un par de días consolando a mi hermano pequeño, desde el anuncio lo está pasando muy mal, y yo... bueno quizas este año no me salve de ir al Capitolio, pero, quizás esté mejor muerto que al lado de la madre que tengo.

-No digas eso Peeta, te has salvado durante... ¿4 años? quizas vuelves a salvarte. -Responde Madge- Yo ya tengo mi vestido a punto, con un adorno especial, mañana lo vereis, quiero estar guapa por si debo ir al Capitolio.

Katniss y yo nos miramos fugazmente y niego con la cabeza.

-En fin, es tarde y quiero dejar una cosa lista de glaseado para mañana por la mañana, me voy a la panadería y a descansar, os veo mañana, en la Plaza.

Noto como me voy poniendo nervioso....

-Hasta mañana, Peeta. -Responde Madge-

Mientras Katniss ni se digna a mirarme a la cara. Doy media vuelta y me dirijo a la panadería, no he querido decirlo pero quiero preparar algo para mi padre, por si acaso....


SIGUE EN: LA VIDA EN LA ZONA COMERCIAL

En casa, en una esquina de mí triste habitación, me senté en el gélido suelo abrace mis rodillas.....................
No me lo podía creer me besó, no un beso de amistad .......... Tenia ganas de estrangular le, estaba rabiosa, furiosa, la ira corría por mis venas.
Hundi la cabeza entre las piernas y comencé ahogar mi furia en un grito seco. Me escocia lagarganta, cuando terminé, cuando escucho voces fuera... Espero que no haya llegado para hablar por qué le atravieso con un cuchillo.


-No hay esta el que faltaba, otro más-masculle.


-Hola Katniss. -suelta con su sonrisita.. me tengo que controlar. Por que él va apagar toda mi furia

Detrás de mi madre solo les digo en tono imperativo ..-¡Entrad en casa! - Prim agacha la cabezay camina hacia dentro con mí madre detrás.

-Katniss, tranquila solo te traigo lo que te guardaba mi padre para el cambio con las ardillas y hemos pensado que con el tiempo que había hecho no podíais haber cazado nada.- el tiempo, si sera eso, frunzo el seño... me ofrece los panes y cojo sin mostrar sentimiento, solo deseo que se vaya y volver a mi cuarto.

-¡Hola Chicos! -Madge aparece en la escena.

-¡Oh! Hola Madge. -espeta él.. mientras le lanzo los panes a Prim que esta esperando los.. veo una sonrisa cuando los coje...

-¡Os dije que nada de caridad! ¡¿Cuantas veces tengo que decirlo Chico del Pan?! No necesitamos vuestra maldita caridad, puedo arreglármelas sola.- me arde la sangre

-Pero, Katniss.... no es lo que...-

-¡Sin peros! -busco a Madge para que diga algo no quiero hablar d ese tema hoy

Madge es lista y saca un tema, hoo las cosechas...


Se marcha cabizbajo y paso lento. No comprendo como un chico puede no tener orgullo...

-Que paso Katniss- La pobre Madge observo toda la escena.. y seguro tengo grabado en el semblante furia.
-Nada solo que un mal entendido con el padre de Peeta- no voy a dar explicaciones,queiro estar sola y pensar.-Madge lo siento me voy dentro, tengo que aclarar un tema con mi madre.

-Vale nos vemos-me sonrie y se marcha.

Tras un día terrible de caza, en el que no hemos conseguido ninguna ardilla para intercambiar, ni tan solo nada de carne para nuestras familias, entro en casa y subo a mi habitación, me ducho con agua fría y me lavo el pelo y el resto de cuerpo, cuando salgo me vuelvo a trenzar como lo hace siempre mi madre y bajo a la sala.

-Hola, Katniss!

-Hola, patito.

-¿Que me has traído hoy?

-oh, pequeña lo siento mucho, pero con este tiempo no hemos tenido nada de suerte, pero te prometo que el día que tenga suerte te traeré algo que no olvidarás nunca. -Respondo-

Prim se sienta a mi lado, su cara triste, se que la he decepcionado, pero hoy ha sido un día malisimo, con esta lluvia no había ni una sola presa. Mi madre está más despierta y conectada de lo normal y se acerca al cacharro que tenemos en casa, es un montón de hierros lleno de estática, pero aun funciona, justo al encenderlo la música del Himno del Capitolio inunda la casa y en ese instante vemos el Símbolo.




Corria el 26 Abril del año 2274, cuando el tirano Gobierno de Panem, decretó el anuncio de las Septuagésimo Cuartas Cosechas de los Juegos del Hambre y lo anunció por los televisores de todo Panem y lo hizo llegar a los 12 Distritos del Estado, cuando abrimos los televisores en nuestras casas lo primero que vimos aparecer fue el Sello del Capitolio con su música




Después lo vimos aparecer, el Presidente Snow, rodeado por todos los Vigilantes, y a su derecha Seneca Crane el Jefe de todos ellos.

-Queridos Conciudadanos, -Comenzó a hablar- tengo el deber y el honor de anunciaros que, dentro de cinco días, los cosechadores de Panem, acudirán a los Distritos para realizar las cosechas de los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre. Como ya sabéis las reglas de las cosechas son sencillas, todos los chicos tienen la obligación de asistir, con las edades entre los Doce y los Dieciocho años, si alguno no se presenta los Agentes de la Paz irán a las casas y los tomarán presos. Solo quedan exentos de la participación de las cosechas, aquellos que por razones de edad o enfermedad mortal, les obliguen a no poder presentarse a las cosechas.

Eso es todo, y os deseamos unos ¡Felices Juegos del Hambre! y que la suerte esté siempre de vuestra parte.


Es lo que faltaba, por lo visto el Presidente Snow se ha cansado de esperar y ha adelantado las cosechas. Prim se aferra a mi, es su primer año en la urna, y se que lo va a pasar mal.

-Vamos, patito, no te preocupes, no te va a pasar nada, mientras yo esté aquí a ti no te pasará nada. -Le Afirmo-

-Pero Katniss...

-No hables más. -Le digo acercándola al pecho- Te prometo que no te pasará nada. -Finalizo-

Nos hacemos un ovillo las dos en la cama y Buttercup, hecho un ovillo sobre el regazo de mi hermana, el gato es asqueroso, feo, pero a mi hermana le gusta, quedan solo unos días para las cosechas, y quiero estar preparada para cualquier cosa.