Tributos y Mentores

VENGO DE LA COSECHA
Después de que se diera por terminada la cosecha me levanto de mi lugar sin mirar a los tributos, Beetee se entretiene un poco con ellos, bueno al menos el querrá intentar algo, sin en cambio yo lo doy por vencido.

Al bajar de la plataforma un carro oficial nos espera y subo a el sin dudarlo, miro con mirada ausente por la ventana, pensando en los juegos pasados, que a pesar de estar en buenos términos ahora con los mentores del 1 las imagenes no me dejan de asechar. El profesional corriendo tras mi tributo y enterrándole la lanza desde el cráneo hasta la parte baja de la espalda es uno de los tantos recuerdos que me agobian. Mi pobre mente es débil con ello y a pesar de que puedo seguir inventando mis sentimientos son una maraña muy difícil de entender, sumida en la culpa, en la culpa y en mis propios juegos y en como de una manera que aún no logro entender salí victoriosa.

Parpadeo algunas veces y me encuentro ya en el vagón número 3, el correspondiente a nuestro distrito. A veces llego a ciertos lugares sin darme cuenta, como si funcionara en piloto automático y nadie se enterara que mentalmente no estoy ahí. Me debo de ver peor de lo normal porque la tributo femenina se me acerca, muy temerosamente y apenas logro sentir que esta ahí. Prefiero evitar hablar con ella y solo le digo levantándome:

-Ahora no, por favor. Ella da unos pasos atrás y yo salgo hacía mi compartimiento, esto es muy duro y aún no he visto las primeras muertes...

Me he pasado estos días sin salir del vagón, teniendo pesadillas y observando como mis tributos hablan en susurros, creo que al menos entienden que no tienen oportunidad... Ya que no creo oportuno ayudarles al menos pienso en hablar con alguien mas, Haymitch viene a mi mente y creo que iré a verlo. Solo tendré que caminar con disimulo hasta su vagón y procurando no ser vista, si, por fin are algo productivo.

CONTINUO EN TRIBUTOS Y MENTORES: VAGÓN 12.