Atrapada en la Alambrada

Después de ordeñar a Lady todavía me sobra tiempo antes de ir a las clases de la escuela del 12. Decido ir hasta la alambrada para coger algo para comer, ya que Katniss vino con poca caza. Me acerco a la alambrada y empiezo a coger dientes de león que hay alrededor de la alambrada. Entonces veo una zona un poco más allá de la alambrada llena de plantas comestibles. Escucho para ver si es seguro pasar y meto en la alambrada cerca del montón de plantas. Entonces oigo un gruñido. Con cautela me acerco a la alambrada y al intentar salir rápido se me engancha la falda en una de las espinas de un cardo que estaba pegado a la valla. No consigo desengancharme. Entonces veo unos ojos amarillos y salvajes en el bosque. Solo pueden ser de perro salvaje. Miro hacia la Veta y veo a alguien corriendo en mi dirección.

Mis esperanzas de no morir a manos de un animal salvaje crecer mientras esa persona se acerca a mí. Afino la vista y es Taylor, uno de los hijos de los panaderos.
-¡Taylor! - grito lo más fuerte que puedo. Ahora me arrepiento de haberlo hecho. El perro salvaje lo ha tomado como una provocación y viene corriendo con espuma en la boca y las pupilas dilatadas.
-¡Ya voy! -grita Taylor. Está a veinte metros de mí, no tardará mucho. Me fijo en algo que lleva en la mano, parece un hierro. Vuelvo a mi falda para intentar soltarla pero lo único que consigo es engancharla más. De pronto dejo de oír las zancadas del perro. Miro en su dirección y lo veo suspendido en el aire. Involuntariamente me hago un ovillo y me tapo la cabeza. Un golpe y algo que se cae al suelo. Espero que no sea Taylor. Levanto la cabeza y Taylor está de espaldas con un hierro manchado de sangre.
-¿Le has matado?
-Al menos ha perdido el conocimiento. -se acerca a mí y me desengancha la falda.
-Gracias.
-No pasa nada. -sin decir nada más se larga.
Yo me levanto, me sacudo la falda y cojo los dientes de león que tiré. Cuando termino salgo corriendo hasta mi casa.

Llego a la alambrada y veo un Perrbo, una mutación del Capitolio en la que mezclaron un perro con un lobo.
Veo que hay muchos dientes de león por el suelo, y una tela parecida a la de la falda que llevaba Prim esta mañana ¡Prim!
¿Habrá venido a por ella?
Remato al muto y voy corrindo a la casa de los Everdeen.
*CONTINUO EN LA VETA*