Las Visitas

Tras el baño de masas con el signo del doce, Connie nos entra en el Edificio de la Justicia, y me deja en una habitación con sofás de cuero negro y paredes en blanco, con una larga alfombra roja y unas butacas grandes en el centro de la sala y una mesa, sobre la cual hay una cantidad ingente de comida. Me siento en el sofá cabizbajo y con los ojos llorosos, me tapo la cara con las manos, en ese momento se abre la puerta y oigo una voz conocida.

-Peeta- le llamo mientras abro la puerta.
Se levanta y viene a abrazarme. Noto un poco de agua en el hombro, supongo que está llorando un poco, pero es normal.
-Escúchame, no tengo mucho tiempo, ve a la Cornucopia, y hazte con el arma que se te de mejor, ¿vale? Te patrocinaré, tienes que hacerme señales para que te consiga lo que necesites. ¿Te ha quedado claro?- él asiente con la cabeza y entra un agente de la paz diciendome que me vaya. Doy un último abrazo, le deso suerte y abandono la sala. Después voy a casa para ver el resto de las cosechas en los otros distritos. Donna me ha dicho que me llevaré varias sorpresas. Espero que sean buenas.

La visita de Sam es fugaz, -Maldita sea- no he tenido tiempo de nada... Normalmente tenemos tres minutos pero se ve que conmigo hacen una excepción... Sam se va, prometiéndome patrocinarme.

-Lo haré, tomare un arma de la Cornucopia y huiré de ahí, te haré señas, te diré lo que necesites, lo prometo, y Sam... cuida de los míos.

En ese momento entra una gente de la paz y se lo lleva, casi literalmente a rastras de mis brazos. Me giro y miro por la ventana trasera del Edificio de la justicia y de ahí puedo ver a lo lejos la torre de los entrenamientos, intento limpiarme las lágrimas, estoy nervioso y necesito sacarlo, pero no quiero mostrarme débil.

Veo como los agentes de la paz sacan a Sam a rastras y entro yo rapido, veo a Peeta medio llorando.

-Peeta- le abrazo , me separo y le cojo de los hombros-No llores, quiero que cuando salgas de camino al tren no se note que has llorado, debes parecer fuerte. Quiero que cuando estés en la arena cojas lo necesario y no entres en la Cornucopia, si necesitas algo haces unas señales y te enviare lo que necesites por que yo te patrocinarte.

-Es lo que menos quiero Caylin, quiero mostrarme fuerte, como en las cosechas, ahí fuera. Eres la segunda persona que me pide que no entre en la Cornucopia, se me da bien casi todo, excepto las dagas que no las he tocado... Pero... sabes la chica del 12? Katniss... va a ir a la arena y es muy buena con el arco, he pensado en coger dos armas el arco y una cualquiera para mi. Además de mochilas de suministros.

Me pide lo mismo que Sam y la vuelvo a abrazar.

-De acuerdo, os haré señas, no se cual, pero si queréis me tocare el Sinsajo y señalaré que necesitamos, digo necesitamos por Kat y yo, por si nos aliamos y está conmigo, quiero ayudarla y sacarla de ahí.

-Vale eso esta bien,recuerda todas las lecciones de supervivencia, son muy importantes y mantente lejos de los demás tributos, se que eres muy fuerte y puedes con ellos pero pienso que es mejor que se maten entre ellos. Ah, y ten siempre presente que fuera hay mucha gente que te apoya y confía en ti-e abrazo- pero sabes que solo puede ganar uno,verdad?

-Si... Soy el unico profesional que me temo que sabe como sobrevivir, se que puedo comer, se como purificar agua, se que plantas me sirven y cuales no y se encender hogueras, incluso húmedas, así que tengo ventaja en eso. -Sonrio- De acuerdo lo tengo presente, mejor que se maten entre ellos. Sí... se lo de la gente, no quisiera defraudarlos. -Le abrazo- Si... pero creo que puedo encontrar una manera para que podamos obligar al Capitolio que seamos los dos ganadores. Confía en mi.

Caylin asiente y la puerta se abre, Connie entra y se llevan a Caylin, veo a Gloss y Cashmere fuera, y me indican que tenemos que irnos.

---Vamos Peeta, ¿estás bien? -Gloss me abraza-

-Estoy bien. -Me limpio los restos de las lágrimas y respiro hondo, CAshmere se acerca y le beso en los labios pasionalmente- Vamos.

Salimos a la calle y nos espera un coche que nos lleva a los andenes.