Las Visitas

somos escoltados por dos agentes de la paz junto con nuestra acompañante hasta el edificio de justicia, caminamos por los pasillos hasta una zona claramente mas lujosa, el chico entra a la habitación que esta a mi izquierda y a mi me piden entrar a la derecha.

El piso es de un blanco marmol y las paredes verde hoja. Me siento en el sillón de seda, o lo que creo es seda que esta en el centro de la habitación. Se abre la puerta y entra Amelie, me levanto y la abrazo.

-No vayas a llorar, ¡eh! Me dice con una voz a punto de partirse.

-Mira quién lo dice. Respondo no en mejores condiciones. -Solo te pido que no dejes solos a mis padres, yo haré lo posible por salir de ahí y conseguir una mejor vida para ellos pero...

-Shh, deja de hablar como un arrollo, sabes que lo haré y tu no moriras sin luchar pequeña exploradora.

-Ahora resulta que soy exploradora. Sonrío y se que es verdad, estar en el bosque me hizo explorar mucho. El resto del tiempo nos la pasamos abrasadas hasta que un agente de la paz indica que se acabo el tiempo. Espero a mis padres pero nada. No puede ser, ¿tan fácil se des hacen de mi?

-¡ESTO NO PUEDE SER! grito a la puerta, no vendran. Golpeo el sillón tan fuerte que un agente de la paz tiene que intervenir y hacerme estar quieta. ¡No! dejeme, esto no es posible, lo hago por ellos y me pagan así...

Pataleo y me retuerzo, la rabia me corre por las venas y me impide pensar claro. Al final me suelto del agente y me enrosco en el sillón, solo pensando en que me han abandonado.

Termino por calmarme y analizar la situación, ya estoy dentro de este espectaculo, no me queda mas que ver a quien me enfrento, armar una estrategia y posiblemente aliarme con alguien. Miro al techo, de un azul que se confunde con el cielo y siento algo en mi espalda, es un pequeño bulto, así que me levanto y algo con forma de árbol cae.

-Amelie digo a la habitación justo cuando un agente de la paz entra para escoltarme a la estación del tren.


SIGO EN LA ESTACION DEL TREN.