I will say more words than papi (FLASHBACK)

Llevaba todo el día pensando en como distraerme. Elli estaba dormido ahora mismo y me aburría. "¿Porqué mi gemelo no hace más que dormir y llorar? Quiero jugar". Me dejo caer en la cama y me siento.

Cojo uno de los muñecos que me regaló papi hace tiempo. Y trato de inventar una historia.
      "Érase una vez un niño que quería jugar.... Nonononono así no Zach, así no."
      "Érase una vez un azucarillo que quería ser un ave para volar por el cielo. Se hizo unas alas de papel de servilleta y se lanzó por un precipicio para aprender a volar"

En mi mente sonaba mucho mejor de lo que se entendía en realidad, porque hablar esta hablando pero como todos saben, el lenguaje de bebés hasta cierta edad no se entiende.
Empece a correr por la habitación, mirando de vez en cuando a la puerta para esconderme si venía papi y así jugar,

Me apetecía verle. Era cálido y fuerte. Me sentía súper a gusto a su lado.
-Paaaaaaaaaaaapi, paaaaaapi.- grite un poco fuerte.
Esperando que viniera me escondi entre los juguetes, para jugar al escondite con el. Sería divertido... Le quería tanto.

Estaba sentado en el salon de nuestro apartamento, me pareció oír dos gritos de Zach, así que me levanté y fui al cuarto de juegos, no lo veia por ningun lado pero decidi jugar con el al escondite, por que no...  al menos esto me ayudaba quitar otras cosas de la mente. 

-A ver donde estara este azucarillo mio.... -susurro mientras voy rebuscando en sus juguetes, noto su respiración pero sigo buscandolo- Vamos azucarillo papi te encontrará. -Decía entre risas-

Veo entrar a papi en la habitación de juegos y me tapo la boca para no hacer tanto ruido al respirar, pero de los nervios es imposible que respire pausado y se me oye.
Le veo avanzar hacia donde estoy escondido así que me quedo muy quiero.

"Tranquilo Zach" pienso para mi mismo. "Sólo estamos jugando"
Respiro más nervioso y se me escapa un "papi" en forma de susurro. Tenía ganas de correr hacia el y achuchable. Le echaba de menos. Me gustaba pasar cada segundo del día con y hasta dormía mejor las noches que estaba a mi lado. Así que no pensaba desaprovechar esta oportunidad.

Me parece oir una respiración se donde está y me voy aacercando, oigo un papi y río. 

-Te pillé! -Digo cuando llego donde está y veo como se me lanza sobre mi- Te echaba de menos peque. Sabes que me gusta mucho jugar contigo? Te quiero azucarillo.

Me lance hacia papi con los brazos abiertos para abrazarle.

-Paaapi.-"te echaba de menos" pienso pero aún no se como decirlo. Así que le abrace.
Cojo un muñeco y se lo enseño para que juguemos con el.
Quiero decirle algo. Es una palabra que usa el para llamarme, creo. Siempre que la dice me mira y quisiera decirla para que se sintiera orgulloso de mi.
-Su...sucai...sucaillo.- me sale por fin.

Sonrio al oírle decir papi, no se como lo hace pero siempre consigue sacarme una sonrisa, cuando me abraza pienso en lo que quizas quiera decirme. Y le veo coger ese muñeco, se lo cojo y comienzo a jugar con el, mientras, le oigo balbucear algo. 

Me quedo parado un momento y le miro. 

-Tranquilo, balbucea tranquilo. -Sonrio y le escucho-

Cuando oigo la palabra me quedo por un momento sin palabras yo mismo, pero luego reacciono y le tomo en brazos tras haber oido su palabra "azucarillo" es como le llamo yo. 

-Enano! Azucarillo! me impresionas, me emocionas! -río a la vez que alguna lagrimita sale de mis ojos, le revuelvo un poquito el pelo-

-Sucaillo.- repito emocionado. Se que te ha gustado y te abrazo. -paaaapi.
Me echo hacia detrás cuando me toca el pelo. No me gustaba que me lo tocase nadie.

Le veo que una lágrima cae de sus ojos y la recojo con mis deditos. ¿Había hecho algo mal? No quería que papi llorase. Le quería demasiado.

Me emociono un poco más al repetirla, y empiezo a besuquearle tras limpiarme la lagrimita, veo como se retira al alborotarle el pelo.

-Eres un Mellark como todos, el pelo no se toca -rio- 


Le puedo comprobar en su cara como se extraña de mis lágrimas e intento explicarle que no es nada. 

-Tranquilo vale? son de alegria, de oírte hablar y aprender palabras nuevas. Te quiero Azucarillo, papi te quiere, mucho.

Le miro extrañado. ¿Mellark? Y eso ¿que era? Pero estoy feliz por sus palabras. Yo también te quiero papi, pienso repetidas veces.
Me sentía genial con papi al lado y le abrazo, de pronto.

Me separo de el y busco a Elli con la mirada. Estaba despierto y nos mira extrañado.
-Li.- le señalo y miro a papi. Quería que jugáramos los tres.

-Li? -Miro hacia donde mira y veo a Elli mirandonos desde la cuna, me levanto y recojo a mi segundo hijo, lo pongo en el suelo y me pongo a gatas, vamos gateando los dos hasta donde está Zach- A ver vamos a preparar un par de juguetes. -Sonrio-


ME acerco a su cajo de juguetes y saco unos cuantos para poder jugar. Cuando me giro os veo parlotear... 

-Aqui viene papiii -rio y voy gateando con juguetes en la espalda y en la boca como si fuera algun animal, luego hago el perro y tiro los juguetes en el suelo y me río, veo que os reis conmigo-

Vi a papi acercarse a Elli, mi pequeño otro yo. Reconocer que sentía celos de mi hermano gemelo cuando papá le hacia caso a el sería demasiado fuerte para un bebé como yo; pero hay que entender que idolatraba a aquella melena rubita que me abrazaba cada mañana y me llamaba azucarillo. Era Su azucarillo y nadie me lo quitaría.

Esperé con paciencia a que llegaran, los dos gateado, a mi lado. Luego papi dijo algo de jugar... ¡Si, juguemos! Tenía muchas ganas de enseñarle a papi lo que había aprendido en aquella mañana antes de que viniera.
No pude evitar echarme a reir cuando vi a papi hacer de perrito. Era realmente gracioso verle y, sentado como estaba, me puse a dar palmas algo torpes, reconozcámoslo, por aquel espectáculo. 

Cuando papi se acercó con los juguetes decidí que era hora de poner en práctica aquello que había aprendido y me acerqué, arrastraculo, hasta la cama donde dormíamos. Vi la cara de perplejidad de papá y sonreí. "Ahora verás" pensé para mis adentro y apoyándome en el borde de la cama, me pude de pie.

Fue algo verdaderamente costoso, ya que solo hacía un par de horas que había descubierto que podía ponerme como papi y mami: recto. Primero me apoye sobre la pierna izquierda (si, soy zurdito) que era la fuerte e hice algo de fuerza para estirar la derecha. No pude evitar inclinarme algo hacia delante, lo que provocó que sacara el culo y me quedara doblado, pero en seguida recobré el equilibrio al estar apoyado en la cama. 

Una vez conseguido ésto, decidí soltarme de la cama y mirarte. En ese momento supe que jamás olvidaría ese día.

Me quedo un poco... perplejo al ver a Zach con su arrastra-culos, pero lo que más me impacta es... 

-Azucarillo... cuidado te puedes hacer... daño... -Consigo decir cuando ya le veo apoyado en la cama sonriendo- Espera.... 

Me callo al verle apoyado y haciendo fuerza para ponerse en pie, le veo hacer fuerza con sus piernecitas cuando de repente le veo aguantar en pie y dar... 

-Azuc... no estarás... a punto de ... -se me llenan los ojos de lágrimas de alegría cuando le veo dar ese.... torpe pasito- ¿Andar?

Le veo quedarse doblado y suelto a Elli directamente cuando me voy hacia él, pero... le veo recomponerse... no puede ser...

-Azucarillo... enano mio... estás, has... ¡dado tus primeros pasitos!

Sin poder evitarlo le abrazo en mi pecho y mis ojos rebosan lágrimas de emoción, de alegría.

Cierto es que no me esperaba esa reacción de papi. ¿Porqué siempre le hacia llorar? Solo esperaba estar haciendo bien las cosas. 

Le vi venir y sonreí.
-Papi...-dije inconscientemente al abrazarte. Sin embargo, no pude evitar desequilibrarme y caer al suelo, quedando entre sentado y suspendido por sus brazos. 
Estaba super feliz por haber conseguido ponerme de pie, ahora quedaba andar. Pero eso.. quizas lo intentaría mas tarde.

-¿Que... has dicho? 

Le pregunto mientras le abrazo, agarrandole de los brazos.

--papi.... -repite- 

El oírle llamarme papi me llena de orgullo, satisfaccion, muchos sentimientos y pocas palabras para describirlos. Le abrazo fuerte mientras le apoyo en el suelo y de cuclillas....

-Lo intentamos azucarillo?

-Sucaillo...-repetí en ses momento, mientras alzaba la manita para tocarte la mano. ¿Qué quería papi que intentara? Caminar, susurró mi mente.

No sin esfuerzo volví a ponerme de pie y me agarré a papi. Parecía que iba a ser la mañana de las aventuras, más que de los juegos, pero me gustaba estar así con papá. 

Sin atreverme a soltarme a papi, avancé un minipasito. Me acerqué a el y tan pronto levanté el pie me desequilibré, lo que hizo que sin querer me agarrara a su camiseta. Esto iba a costar más de lo que había pensado.

- Ey... ey... tranquilo, papi no te va a sol..... 

No puedo acabar la frase cuando le veo dar su primer y unico pasito, luego se agarra a mi camiseta para no caerse, pero le sujeto y le sonrío. 

-Bien, azucarillo, muy bien! -Sonrio y esta vez evito llorar, no se por qué pero es tan listo que cree que me pasa algo cuando lo hago- Vamos a probar de dar un nuevo pasito ¿vale?

Le cojo de nuevo por las manos y le sujeto para que intentemos dar otro pasito más.

Me incorporo de nuevo y, agarrado de las manos de papi, trato de avanzar de nuevo.
Adelanto una pierna y avanzo hacia papi. Me desequilibro pero las manos de papi me ayudan a no caer. Trato de dar otro paso y avanzo mas.

No puedo evitar sonreir al ver como avanzo hacia él. 
-Papi...-sigo caminando un poco, algo más confiado, aunque aun con cierta dificultad.

-Sigue peque, papi siempre estará ahí. 

digo emocionado al verle dar sus primeros pasitos, no puedo evitarlo y sonrío más, le mantengo las manos cogidas para que pueda andar, así va dado sus pasitos, sus torpes pasitos hacia donde estoy yo. 

-Vamos azucarillo, puedes hacerlo. -Sonrío mientras le veo andar hacia mi-

Estoy super animado con las palabras de papi, se le ve tan orgulloso de mi. 

-papi, aitos... -¿me entendería? querái decir pasitos, pero no entiendo porque mi lengua no quiere decir lo que le pido, es frustrante a veces.
Seguí avanzando hasta el. Cuando por fin le alcanzo me dejo caer en el suelo. Estaba cansado del esfuerzo y me rasco un ojo, sin poder evitarlo.

Me abracé a papi y me acurruqué en su pecho. Se estaba calentito y cómodo.

-Vamos, azucarillo, da esos pasitos, se que puedes. 

Verle como viene hacia mi, con esos torpes pasos, como se esfuerza en conseguirlo, como lo hace, como lo consigue,  y como llega a mí, le veo lanzarse al suelo cuando llega a mi lado, mientras le cojo el brazos, y dejo que se acurruque en mi, cuando le cojo la manita, noto ese calor que desprendo yo, ese calor de panadero, que no he perdido nunca, ese calor, que tanto he disfrutado siempre de tener, como me gustaría que estas simples y hermosas manitas fueran capaces, algun día, de realizar los más difíciles glaseados de Panem, ojala fuera conocido por el arte del Glaseado. 

-Estoy orgulloso de ti, lo has hecho muy bien, -te beso en la frente y le acaricio con mi mano la mejilla-. Te quiero azucarillo.

Me acurruco en papi más. Era tarde y quería echarme la siesta. "Aish las malas costumbres que se pierden en esta casa" bromeé conmigo mismo. Traté de ponerme de pie para dirigirme a la cama, tratando de impresionar con un nuevo numerito demostrando lo bien que dominaba ya el arte de andar. Sin embargo, me caí estrepitosamente contra el suelo y me eché a gatear hasta llegar a la cama, en la que Elli por supuesto ya estaba dormido. ¿Cómo lo hacía para aguantar tantas horas durmiendo? Yo me sentía incapaz de dormir más horas de las necesarias para mantener mi actividad al 100%.

-Papi.. -papi, quiero que vengas conmigo a la cama. Pero mi tierna mente aun no sabe como decir eso, de modo que rompo a llorar por el agotamiento.
Me dejo caer al lado de la cama y, apoyado en el somier, lloro con la cara escondida.

Te oigo llorar y vengo contigo te tomo en brazos y te acuno.

-Ey, vamos estas agotado, papi está aquí. Descansa vamos, descansa, has hecho mucho hoy, más de lo que papi se esperaba. 

Cojo un sonajero para moverlo y así intentar relajarte, y que pares de llorar, te acuno un poco y luego nos pongo a los dos en la cama, me acuesto a tu lado y apoyo tu cabecita en mi hombro, mientras te acaricio la mejilla y comienzo a cantarte la nana que siempre te canto. Nuestra seña de identidad, la nana del Distrito 12, para que siempre recuerdes nuestro Distrito, la sangre del doce siempre correrá por tus venas. 

Noto como te duermes  y sonrío al verte dormido.

Empiezo a bostezar más repetido y me rasco el ojo a medida que el sueño va entrando en mi. Me relajo al oír el sonajero, pero aun quedan pucheros cuando empiezas a cantar la Nana... Aquella canción que me cantabas cuando iba a dormir y que era tu seña. Solo me la cantabas tu y me encantaba. Tu voz era dulce y me tranquilizaba mucho, hasta el punto de que rara vez conseguía llegar al final de la canción.
Esta vez no fue diferente y antes de que terminaras la primera estrofa ya estaba profundamente dormido.

Mi respiración se hizo calmada y acompasada. Te abracé sin darme cuenta con mis pequeñas manos para que no te fueras nunca. Y no era porque tuviera miedo a que me dejaras solo, sino porque no quería que desaparecieras.

Como siempre ocurre, antes de acabar la primera estrofa caes rendido de sueño, no era de extrañar, esta nana es la que siempre se ha usado para dormir a los niños en nuestro Doce, tus pucheros van desapareciendo, mientras te abrazo cuando tu lo haces y te limpio los ojos de lágrimas cuando de duermes.

Nadie lo sabe, pero no habia tenido voz para cantar nunca, nunca... hasta que llegasteis vosotros, es como si vuestra llegada, hubiera despertado esa voz dormida en mi interior y es cuando comienzo a poder cantar esta dulce nana, que nos cantaban a Josh y a mi y oía en la escuela de la voz de Kat. 

Noto como me abrazas y me decido quedar contigo, no voy a irme, no voy a desaparecer. 

-Estaré aqui por siempre. -Susurro-