La Playa del Norte

Recuerdo del primer mensaje :

VIENE DE EL TRIBUTO PESCADOR

Llegamos riendo, abrazados, y picándonos como siempre a las playas, mientras nos contamos anécdotas de los dos y recordamos nuestros juegos.

-¿Sabes? espero que esto dure mucho, de verdad, eres el mejor.

Le digo mientras me desvisto y espero que haga lo mismo.

-Que va, es la temperatura normal Rose, tirate de golpe cuanto más lenta peor.

Le veo venir hacia a mi y me sumerjo hasta el fondo, donde me paso un buen rato alli abajo.

-¿Josh?-te busco con la mirada. Nado un poco sobre la zona en la que te has sumergido.-Bueno, ya aparecerá-me encojo de hombros y me hago la muerta.

Intento olvidar la conversación de hoy con el Sinsajo. Suspiro y cierro los ojos. Me dejo llevar por las olas.

Intento moverme en silencio debajo de Rose, mientras pienso en lo que me ha dicho de Peeta, en parte entiendo a mi hermano, no es extraño que este como está.

Subo a la superficie bajo ella y le agarro de la cintura llevándola al fondo, me suelto por su espalda y huyo rpadio y sigilosamente buceando.

Doy un grito ahogado y trago agua. Salgo a la superficie tosiendo.

-Como.. te... atreves.. hacerle eso a la nieta del Presidente señor Mellark-toso y escupo agua. Respiro hondo para coger aliento. Miro la hora y me quedo de piedra-Mierda...-susurro.

Te busco con la mirada y te veo a lo lejos.

-¡Josh tengo que irme!-grito-¡Encantada de conocerte, vendré mañana!-salgo del agua y me seco

-¿Ya? -Frunzo el ceño y veo a Ronald medio dormido- Espera.... -Me acerco nadando rápido y voy hasta la orilla- Encantado Rose, y lo siento ¿eh? Solo... jugaba.

La veo irse mientras yo me siento triston al lado de Ron. Se acabo la diversión, espero que mañana sea algo más... larga la diversion.

-Igualmente, y ya se que era broma, tranquilo-sonrío y vuelvo al aerodeslizador. me despido con la mano.

(MARCHO A MI RESIDENCIA)

Mantengo a Ronald abrazado a mi toda la noche, yo no consigo pegar ojo, pensando en Rose, y en todo lo que hemos hablado, Peeta es así, se preocupa demasiado por todos y a veces es algo arrogante, lo sabemos, pero poco podemos hacer, ante eso.

Finalmente me despierto habiendo dormido algo más de una hora, abrazado a mi colega, le acaricio y despeino ligeramente el pelo y me levanto, me pongo a caminar un rato por la arena, pensando en todo lo sucedido ayer y estos días.

Llego al distrito 4. Bajo y me voy directa a la playa. Busco con la mirada a Josh "Debe de estar por aqui" pienso. Voy medio corriendo por la orilla

Mientras voy dando un paseo por la arena oigo llegar un aerodeslizador.

-"Mierda, Ronald" -pienso-

Veo salir a Rose de el y la veo con la ropa manchada de sangre, tomo mi mochila y me acerco corriendo a ella.

-¡Rose! ¿Estás bien?

-Josh-sonrío y te abrazo-Si estoy bi...-un dolor agudo se apodera de mi y me agacho cogiendo aire. Me llevo la mano al costado. La adrenalina de hace un momento me deja de hacer efecto...

-No... no estas bien. ¡Rose! -Le grito-

La tomo con mis brazos y la pongo sobre mis piernas sentado en la arena, le subo la ropa de arriba y le veo el zarpazo.

-¿Como ha sido? -Saco un desinfectante y le voy limpiando- Si quieres muerde esto. -Le doy un palo para moder.

Ahogo un grito.

-Un... muto me atacó en el doce-respiro fuerte y se me escapan algunas lágrimas-Creo... creo que es profunda-agarro fuerte tu camiseta

-El maldito.... -me callo en este preciso momento- hay un nido de mutos en el distrito, se han oido historias de esto toda la vida, y parece que es verdad. Es profunda pero la puedo coser y curarte, pero dolerá, primero he de desinfectar y limpiar la herida, luego ya empezaré a coser, ¿confías en mi?

Te digo mientras voy limpiando con tranquilidad la herida y te miro a los ojos.

Asiento sin decir nada, mirándote. Poco a poco te veo borroso, y la oscuridad me envuelve. Un sudor frío recorre mi espalda. Me duele muchísimo los músculos debido a la pérdida de sangre. Intento mantenerme cuerda.

-Josh... No me dejes sola...-susurro antes de caer desmayada.

-No te voy a dejar sola, tranquila. -Miro a Ron quien aun está dormido- Tengo que hacerlo solo.

Me pongo a limpiar la herida mientras la desinfecto, veo un trozo de uña de la zarpa y la quito, preparo vendas y una pomada del Capitolio, para cicatrizar, dicen que va bien para la Septicemia, así que la usare para eso tambien.

Te miro a los ojos cuando te has desmayado y me inclino, te doy un beso en la frente y te la acaricio, vuelvo a la herida, la acabo de limpiar y con mis conocimientos de tejidos la coso, luego pongo una capa de pomada y vendo todo el costado. Te tomo en brazos y nos llevo a los tres a la hoguera, alli te doy agua para que te despiertes.

Noto como me llevan hacia una fuente de calor y me ponen agua. Abro los ojos poco a poco parpadeando.

-¿Dónde..? ¿Dónde estoy?-susurro con la boca pastosa

-Tranquila. -te acaricio el pelo suavemente- Estas en el Distrito cuatro, acabo de curarte, te he vendado y cosido la herida. Necesitas reposar, era algo grave pero ya estas mejor.

Te sonrío mientras te voy mojando la frente.

Cierro los ojos mientras me echas agua.

-Ya... Gracias Josh-sonrío un poco y hago una mueca al notar un pinchazo-Cuando mi abuelo vea esto...-trago saliva-Me va a matar...-suspiro

-No te iras hasta que estes bien, no te preocupes, la crema que te he puesto te cicatrizará y evitará que tengas Septicemia, así que tranquila, estarás bien mañana mismo.

Me quedo mirándola por un momento, parece mentira que siendo la nieta del Presidente tenga unas facciones tan dulces, no puedo quitarmela de la cabeza.

-Ahora descansa, mira toma, -Te doy un poco de leche de coco- tomatela. -sonrio-

Me incorporo un poco y bebo de la leche de coco que me ofreces.

-Está muy rica-sonrío y dejo el coco a un lado-Y reconforta muchísimo-Me doy cuenta que me observas y me sonrojo mucho.

Hay algo en el que me transmite paz... Seguridad... "Rose no lo hagas. Está comprometido" pienso. Sacudo la cabeza y saco mi cuchillo. Lo limpio bien en silencio.

-La leche de coco va bien por que ayudara a desinfectar tu cuerpo, confia en mi, estos arañazos a veces te dan enfermedades.

¿Estoy cometiendo algun error? -pienso para mi-

Hay algo en ella que es muy distinto a la gente del Capitolio, luego veo como se sonroja y la veo sacar el cuchillo, suele ir armada por lo que veo, a lo lejos veo como una pequeña liebre se pasea por el paseo, tomo mi arco y cargo una flecha, apunto y la sigo un instante, disparo, dando en el ojo de la misma.

Me levanto y voy a por ella, la limpio y troceo mientras la pongo a cocer. Saco la bolsa de chuches de ronald y nos doy un par a cada uno.

-¿Quieres? Relajan mucho. Y animan. -Digo riendo-

"¿Que estará pensando?" pienso mientras intento concentrarme en el cuchillo. Levanto la vista un momento para ver cómo disparas a la liebre.

-Buen tiro-digo sonriendo-Creo que le has dado-te miro por un instante y sigo quitando sangre del cuchillo.

Te observo preparar la carne y la hoguera pensativa. Intento apagar esa cálida sensación que se ha instalado en mi "No te enamores, será peor, olvídate de él. Es solo tu amigo" me repito varias veces. Sonrío cuando me ofreces la bolsa de chucherías.

-¿No le importará?-miro a Ronald dormido y cojo un par de ellas. Me las meto en la boca y las saboreo.-Están buenísimas-sonrío y me las trago al rato.

-Es lo que tiene entrenar dia a dia, que consigues estar preparado para cualquier cosa. -Te sonrío de nuevo mientras empalo la comida-

Miro a ronald riendo y recordando esos juegos que haciamos como niños, como hermanos que somos, los echo de menos, lanzo un suspiro y vuelvo a mirarte cuando aceptas las chuches.

-Que va, hay muchas, además solemos compartiras. Por cierto tienes que reposar ¿vale, quieres apoyarte en mi regazo o prefieres descansar con la cabeza en mi mochila? Te avisare al estar la carne, le falta un poco todavía.

Te veo como me miras arreglar la carne y me río.

-Ventajas de ser carnicero.

Asiento-Lo que usted me diga doctor-sonrío y me tumbo en tu regazo.

-Si estás incómodo me lo dices...-digo sonriendo un poco y sonrojándome-Es que la mochila es incómoda...-miro tu mochila-Además de que están los medicamentos-suspiro

-No te preocupes, he tenido dos dias durmiendo así a Kynthia de esta forma, así que tranquila, lo necesitas.

Te miro mientras te limpio el sudor con un trozo de venda empapada en agua fria en la frente, mientras se van haciendo la carne, tomo unas nubes y las empalo, las coloco en la hoguera para que se hagan.

-No te creas llevo bastantes cosas dentro sobretodo ropa, para pasar unos cuantos días fuera de casa. -Sonrío y te quito un mechon de pelo humedo por el sudor de delante de los ojos-