Katniss, Cato, Peeta y Taylor

Recuerdo del primer mensaje :

Cuando Katniss pide ser entrenada junto a nosotros me deja de piedra, es verdad que debe ser entrenada, pero las espadas con bastante complicadas de usar, y miro a Cato, Saco mi espada y Cato asiente.

-Está bien, veamos si puedes sostener esta. Creeme, una confusion la tiene cualquiera, realmente solo dormi una hora y media me he levantado a la hora de panadería....

Cato me da algo para taparme y yo se lo agradezco con una sonrisa. Cierro los ojos y entierro mi cara entre mis manos. Vuelvo a tararear una canción y los sinsajos la repiten. Pienso en mi madre, está ella sola en casa. Bueno, sola no. Hay fotos de sus seres queridos que se han ido y posiblemente algunos no vuelvan. Dejo escapar alguna lágrima, pero me las limpio rápudo para que nadie se de cuenta. Peeta y Cato están demasiado enfrascados en la conversación que no me han visto. Mejor.

-Supongo que pienso en ellos siempre, supongo que soy demasiado imbecil y demasiado sentimental para ser un profesional como toca.

Me siento en la roca y Cato hace lo mismo.

-No quiero cambiar, pero no puedo o no se quitarme todo esto de la cabeza.

Cato se queda sentado en las piedras mientras yo me vuelvo a adentrar al bosque, no se cuanto tiempo estare fuera así que me llevo todas las piezas.

Sigo a Peeta sin decirle absolutamente nada, no lo perderé de nuevo.

Noto como alguien me sigue, me retiro y me escondo en un matorral.

-¿Cato?

- Si, Peeta, espero que no te moleste si te sigo - sonriendo donde sea que se esconda.

-No para nada, es que no sabia si eras tu o quien era, en estos días uno no puede fiarse de nadie.

Salgo de mi escondite y le abrazo.

-Perdona por estos días es que estoy muy confundido. Pensaba pasar varios días en el bosque sobreviviendo aquí.

También abrazo a Peeta con fuerza.

- No te separes de mi ¿Entendido? - firme y cariñoso.

-No te preocupes, no me separaré más de ti. Es solo que... queria ponerme a prueba, te prometo que nunca me voy a separar de ti.

Seguimos caminando y tomo por el camino un tronco fuerte y bastante bastante flexible, le doy forma y sale un arco, le entrego la mitad de mis flechas.

-Toma. Es para ti, un regalo, veo que no llevas el que te hice.

Me hace un arco y le sonrío.

- Muchas gracias Peeta - riéndome.

-No conozco mucho esta parte del bosque pero creo que habia refugio por aqui, cerca de la valla a la pradera... Si ves... -Le señalo una cueva en la pared de una montaña- Que te parece este refugio?

Realmente es que nos e como podria estar lejos de el....

-No entiendo como pensaba que podría estar lejos de ti, y más asi como te comportas conmigo.

- Yo no entiendo como puedes ser un chico realmente increíble Peeta, si la cueva me parece bien, vamos - sonrío y comienzo a caminar.

CAto consigue sonrojarme.

-Eres de los pocos que opina así, siempre he estado solo... nunca tenia amigos.

Llegamos a la cueva y entramos en ella.

Después de un rato rememorando buenos y malos momentos, Peeta y Cato se ponen a andar. 'Ahora van y me dejan sola' pienso. Me pongo de pie y camino detrás de ellos sigilosamente.

Entramos a la cueva y le sonrío a Peeta, mientras que me siento en un tronco a ver el cielo hermoso.

Me acerco a Cato mientras preparo para hacer una hoguera...

-No sabia que fueras un duendecillo que causaba estragos.... -Me río-

Entran en una cueva y yo me quedo en un arbusto cerca de ella. Intento no escuchar la conversación, pero una frase que dice Peeta hace que me tape la boca para ahogar la risa.
-No sabia que fueras un duendecillo que causaba estragos....

Miro a Peeta y me levanto del tronco dirigiéndome a el y riéndome a carcajadas, Hannah me las pagaras cuando te vea, me acerque a el y puse mi brazo en su cuello mientras que con el otro le despeinaba.

- Duendecillo eh - riéndome junto con el.

Mientras tanto me río a carcajadas, que bien lo estoy pasando.

-Pero si eso es bueno... -Me río a carcajadas- Mi mote es peor, así que no te quejes.... -Me vuelvo a reír-

Al final yo le intento pasar mi brazo por su cuello y nos caemos los dos al suelo, el sigue despeinándome y yo en el suelo le hago lo mismo, riéndonos a carcajadas.

Oigo las voces graves de Cato y Peeta riéndose. Mientras ellos se gastan bromas, yo intento calentarme las manos. Siempre las tengo frías.

Caemos ambos al suelo, fue muy gracioso nuestra pequeña y supuesta pelea...

- ¿Tienes frío? - curioso.

-No te creas... no se por que pero desde la carrera en el uno, desnudo y con dos palmos de nieve y la que caía no he vuelto a tener frío en mi vida, salvo ya sabes cuando...

Me acerco a el y le toco estoy ardiendo....

-Sabes? a mi me llamaban y me llaman el Chico del Pan....

Me río como nunca antes me reí, su mote si que era gracioso y luego veo que me toca y estaba ardiendo, comparado a mi, estaba helado.

-Se dice que los panaderos tienen el cuerpo mas caliente que la otra gente. Supongo que es verdad. Llevo mucho tiempo sin ejercer peronno he perdido este calor.

Veo como a Cato le ha parecido gracioso mi mote y yo tambien me rio.

-No se cual es peor si duendecillo o chico del pan.

- Yo creo que Duendecillo es peor, bueno a mi de chico me fastidiaban en la academia con ese mote - riéndome.